Veterinaria Yanice, Atención y Servicio para Ti y tu Mascota las 24 Horas, Culiacán, Sinaloa.
Fuchi!, mascota a la ducha!
Una mascota nos da compañía, afecto, dulzura... y mucho olor. Las bandejas sanitarias de los gatos, las jaulas de roedores y aves, la orina y otros accidentes, así como el penetrante olor a perro, pueden dar a tu hogar un aroma muy desagradable.
Una mascota nos da compañía, afecto, dulzura... y mucho olor. Las bandejas sanitarias de los gatos, las jaulas de roedores y aves, la orina y otros accidentes, así como el penetrante olor a perro, pueden dar a tu hogar un aroma muy desagradable.
Sabías que el olor de tu mascota le sirve, ya que es su medio de identidad y de comunicación, y su proceso de limpieza se debe llevar con cuidado, ya que es imprescindible para mantener la higiene en el hogar y evitar que las personas contraigan determinadas infecciones.
El arma más simple y segura para combatir los olores de los animales domésticos es el bicarbonato de sodio. Lo puedes mezclar en la arena de gato, espolvoreado en las camas, mantas y alfombras de los mismos animales o, simplemente, colocado en un envase abierto, cerca del área con olor.
Una manera natural y económica de controlar los olores de orina es utilizando vinagre blanco. Otra solución más económica es fregar las alfombras o los muebles con un detergente líquido diluido en agua o con productos de limpieza de uso múltiple.
Algunos olores son más difíciles de quitar. Existe una gran variedad de productos en las clínicas veterinarias para eliminar los olores a orina y a excremento, ya que muchos de ellos contienen enzimas que neutralizan las fuentes del olor.
Los baños se deben administrar y no deben ser muy continuos, ya que puede disminuir las defensas que el animal posee, así como el microorganismo saprófitos y la grasa que proporciona al pelo lubricación, sedosidad y evita el resecamiento de la piel y, provocar la caspa. También es perjudicial bañar al perro con mucha frecuencia porque la humedad permanece en el animal durante dos o tres días, aunque se le haya secado con cuidado, aumentando las posibilidades de que el perro sufra dificultades respiratorias en el futuro.
Toma en cuenta que hay diferentes razas, por tanto diferentes tipos de piel, unos largos, otros cortos, unos que se enredan y otros que no. El tipo de manto del animal también es un factor para determinar la frecuencia, ya que el baño siempre provoca una muda de pelo. Hay olores del animal que no se eliminan mediante el baño, pero el hecho de bañarles más a menudo no es una solución, ya que sólo es posible hacer que desaparezcan mediante un tratamiento médico. Si el perro se ensucia mucho por su actividad o por los lugares que frecuenta, se recomienda usar algún tipo de champú en seco o en polvo y cepillarles con mucha regularidad. Sea cual sea el tipo de piel, hay un gran número de profesionales que los pueden orientar y ayudaran tanto en las clínicas veterinarias, como en los salones de peluquería.
Puedes pensar en bañarlo después de sus primeras vacunas (tres meses), y bañarlo cada tres o cuatro semanas, para evitar el exceso de humedad en la piel y, como consecuencia, su resequedad.
Pasos que cosiderar al bañar.
El primer paso a seguir es cuidar la temperatura del agua y asegurarse de que esté tibia. Hay que frotar bien el pelo con algún champú especial que se haya adquirido en un centro veterinario.
Se debe comenzar a aplicar el shampoo por el lomo y extenderlo hasta las patas, dejando la cabeza al último. Al lavar la cabeza, evitar que el jabón se introduzca en sus oídos o en sus ojos.
Al enjuagar, es necesario agarrar al perro por el hocico y echar el agua de adelante hacia atrás con algún recipiente apropiado, el enjuagado se debe realizar a conciencia, porque muchas mascotas sufren trastornos en la piel debido a los restos de shampoo o jabón que les dejan sus dueños al bañarles.
El secado, es conveniente acostumbrar al animal al secador de pelo desde pequeño. Es el medio más eficaz y rápido porque evita que la humedad persista durante demasiado tiempo, cuidando que el aire caliente no penetre en sus oídos. En la actualidad, incluso existen secadores especiales, que controlan el ruido, para no asustarlos.
Antes de utilizar el secador se hace un primer secado con una toalla, con la cual se le acaricia, sin frotar, y siempre en sentido descendente para evitar los rizos.
Y por último peinar y cepillar al perro. Dependiendo del tipo de pelaje del animal, este cepillado deberá ser más o menos duradero y exhaustivo.
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